lunes, 14 de octubre de 2013

International Tattoo Expo Barcelona 2013 (Impresiones post-convención)

Y un año más ha finalizado la convención, y un año más hemos salido complacidos de ella. No hemos podido estar tanto tiempo como nos hubiera gustado y se nos han quedado cosas en el tintero, como poder asistir a las conferencias o ver trabajar a algunos de los artistas, entre ellos a Horitoshi I. Pero aun así podemos decir que salimos el último día con buen sabor de boca. Y es que ya sea por el cambio de ubicación (tengo que decir que nos ha venido muy bien, aunque sigo sintiendo cierta nostalgia de las convenciones de Cotxeres de Sants) o por el atractivo cartel de este año, que abarcaba temas más allá del tatuaje, pero conectados con él de una u otra forma. El resultado ha sido que en los tres días de convención haya habido una afluencia de casi 14.000 visitantes.


Para empezar, he de decir que la Fira tiene, a mi parecer, una serie de ventajas: es mucho más fácil llegar y está más céntrico, lo que ayuda a abrirse a más público y hay más espacio, lo que hace que los pasillos estén más descongestionados, y eso se agradece. Así que, aparte encontrarme con público habitual, pude ver que la convención se ha abierto a más gente, lo cuál da una mayor difusión de este arte. Por otro lado, hemos podido ver exposiciones de customización de coches clásicos (y no tanto), motos en el espacio HD, body painting, exhibiciones y concursos de breakdance y graffiti, exhibiciones de artes marciales japonesas y hakas, cursos de iniciación a la caligrafía o seminarios. En total, tres días para no perderse.


Pero la convención trata sobretodo de tatuaje, y tatuadores y tatuajes ha habido para todos los gustos. 180 tatuadores de 29 países, y más de 1200 tatuajes realizados en estos tres días, que se dice pronto. Como ya os comentaba más arriba, pudimos ver a Horitoshi I, pero también tuvimos la suerte de ver trabajar a Jack Rudy, el reinventor de técnicas como el "fine line" o el "Black & Grey".

Horitoshi I
Jack Rudy
                 
En total, fue un fin de semana redondo para los amantes del tatuaje y de las artes relacionadas. Este año hemos podido estar menos tiempo del que hubiéramos querido, pero creednos si os decimos que el año que viene haremos lo imposible para poder estar allí los tres días.