domingo, 30 de mayo de 2010

Tatuajismos comiqueros II


Continuando con el anterior post, Nebel y yo estuvimos en el Saló del Còmic de Barcelona y nos dedicamos a la caza de cómics y tatuajes, y de tatuajes comiqueros.
Cómics vimos muchos y, por desgracia, no pudimos llevarnos a casa tantos como hubiéramos querido. Sea como sea, este año el salón no estuvo muy pródigo en gente tatuada y sólo pudimos cazar tres tatuajes relacionados con el cómic en directo (éso no quiere decir que no hubiera tatuajes de otras temáticas) y otros pocos que se nos escaparon por motivos de logística, pero que me harán llegar por mail pronto (espero).
Antes de pasar al tema de la recolección de tatuajes debo hacer mención especial a las exposiciones que ha habido este año: aunque todas me han gustado, debo destacar especialmente la de Ana Miralles y la de Los Ritmos del Cómic. La primera de ellas habla por sí misma, un monográfico de esta genial ilustradora y dibujante(no entraré en discusiones filosóficas sobre las diferencias o similitudes entre los dos conceptos), en palabras de la organización misma:

Una muestra antológica que hace un recorrido por los cómics e ilustraciones de esta autora reconocida internacionalmente y que fue la ganadora del Gran Premio del Salón del 2009. Nacida en 1959 en Madrid, se da a conocer en 1983 gracias a una exposición para dibujantes noveles organizada por Radio 3, lo que le permite debutar profesionalmente en la revista Rambla. A continuación aporta varias historias cortas para otras cabeceras como Madriz, Trock de Bak, Marca Acme y Cairo. En 1990 aparece su primer álbum, El brillo de una mirada, con guión de Emilio Ruiz, publicado por La General y reeditado en color al año siguiente por Casset. 1991 también presencia el salto de Miralles al mercado internacional con las aventuras de Eva Medusa. En 1996 publica un álbum recogiendo sus primeros trabajos, Dossier A.M., editado por Midons, y al año siguiente lanza una nueva serie de tres álbumes para Glénat, En busca del unicornio, basada en la novela homónima ganadora del premio Planeta de Juan Eslava Galán, otra vez formando equipo con Emilio Ruiz para el guión. En el 2001, Miralles cosecha un nuevo éxito con Djinn para la también francesa Dargaud, con guiones de Jean Dufaux y editado en España por Norma Editorial. Paralelamente a su labor en la historieta, ha cultivado la ilustración para libros infantiles y para revistas, además de realizar diseños de vestuario para espectáculos de danza, storyboards, serigrafías, etc.

La segunda exposición a la que he hecho referencia es Los Ritmos del Cómic, descrita así por la organización del evento:
La relación del cómic con la música es intensa. La exposición tiene por objetivo mostrar diversos aspectos de esta conexión. Por un lado, enseñará páginas de personajes y series clásicas del cómic dónde la música aparece en alguna viñeta o personificada en algún personaje secundario. También se mostraran páginas de cómics biográficos de cantantes reales e historietas de ficción donde la música es protagonista. Un cuarto apartado de la exposición estará dedicado a las portadas de los vinilos dibujadas por autores de cómic o con referencias a personajes surgidos de la viñeta. El comisario de la exposición es el crítico musical Miquel Jurado.

















En el próximo post: entintados en otros soportes, a la caza del tatuaje comiquero.


martes, 25 de mayo de 2010

Tatuajismos comiqueros

Aunque la entrada ha tardado un poco más de lo deseado en publicarse por incidencias varias, por fin aquí tenéis la primera de las dos partes del monográfico sobre cómic y tatuaje.

El tatuaje a máquina ha ido de la mano del cartooning desde la primera vez que a alguien se le ocurrió tatuar (con mayor o menor destreza) una pin-up. Los diseños de Rockwell y sus coetáneos se han convertido ya en un clásico y un referente dentro de los temas del tatuaje Old-School. Ok, muchos podrán argumentar que en la época no había técnica como para tatuar los diseños de Rockwell, o que realmente no su obra no se puede considerar cómic. No voy a negar ninguna de las dos cosas, pero hay que reconocer que la obra de Rockwell, Alberto Vargas o George Petty (por citar sólo algunos) fue (y sigue siendo) inspiradora de la obra de muchos tatuadores actuales y de ilustradores de la segunda mitad del s.XX, abriendo la puerta a estilos que cuajarían más adelante, no solo en tatuaje, sino en moda. Para aquellos que me argumenten que estos artistas no hacían cómic solo puedo decirles que en este caso, también deberíamos dejar fuera de los salones a gente como Luis Royo o Ciruelo. Nada más que alegar señor juez ;)


















Imagen de la izquierda extraída de:http://z.about.com/d/tattoo/1/0/A/m/1/megan06.jpg
La imagen de la derecha está extraída de: http://imagecache2.allposters.com/images/CLASS/182-182.jpg













La imagen de la izquierda de: http://www.dac-editions.com/tattoos/chris-DR.jpg
La imagen de la derecha está extraída de:http://farm4.static.flickr.co/3565/3380056309_cabc02fe55.jpg
Siguiendo con el tema, en los últimos años, dada la popularización del tatuaje como arte de decoración corporal, los tatuajes dedicados al cómic y derivados como puedan ser las películas de animación han proliferado. Así como hace unos años los tatuajes de Tweety (o Piolín, en España) estaban a la orden del día, cada vez podemos ver en la piel de más gente iconos del comic o la animación que para ellos tiene un significado especial, más allá de modas. Asimismo, la parte técnica del tatuaje también ha evolucionado para poder conseguir los efectos deseados. Ahora, además de sombreado, podemos ver tatuajes que incluyen tramados en los volúmenes, juegos de color o grosor de línea típicos del entintado con pincel o plumilla.














La imagen de la izquierda está extraída de: http://www.tattoobettys.com/images/tweety.jpg

La imagen de la derecha está extraída de: http://i30.photobucket.com/albums/c312/retarded_dinosaur/me/100_0726.jpg

De la misma forma, muchos dibujantes de cómic han decidido poner su arte al servicio de la piel y cambiar, ya sea de forma permanente o para trabajos puntuales, los lápices y las plumillas por la máquina y las agujas. Así, muchos artistas formados en "técnicas tradicionales", han encontrado una nueva vía de escape para su arte y han abierto la puerta a la experimentación de nuevas técnicas para la resolución de los diseños.



Aprovechando el Saló del Còmic de Barcelona he salido, cámara en mano, a la caza de esos tatuajes que por una cosa o por otra tengan que ver con el cómic y, ya de paso, para dar una vuelta y ver lo que se cuece este año. Podréis ver mis presas fotográficas en el próximo post, ¡hasta pronto!